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Fundación de Ur-Gaiñ

Partiendo de Donostia, las sociedades populares se fueron extendiendo por toda Gipuzkoa y, como no, también por Pasaia. Mediado el siglo XX, un grupo de amigos habituales del bar Velasco en el que se reunían, solían acercarse hasta San Pedro a cenar en alguna de las sociedades que ya existían allí, como por ejemplo la Piña Kurdin. Pensando en las ventajas que tenían las sociedades, surgió entre ellos la idea de formar una en Trintxerpe. Sobre estos comienzos, el que fuera presidente de Ur-Gaiñ, Angel Piñeiro, afirmaba en una entrevista publicada en la Voz de España el 14 de julio de 1973: “Eran un grupo de amigos, que todavía lo siguen siendo, ilusionados de tener un lugar adecuado para sus tertulias y “comilonas” (todo hay que decirlo), y pensando en hacer algo por el deporte y la cultura en nuestro querido barrio de Trincherpe, decidieron agrupar su esfuerzo e ideas, para que La Sociedad llegase a ser una realidad”.Como vemos, La Sociedad Ur-Gaiñ nació por la inquietud de un grupo de trintxerpetarras por contar con un local propio donde reunirse, cocinar y comer entre amigos (principal motivo de su creación), y también organizar diversas actividades y contribuir al deporte y la cultura en Trintxerpe.

La Voz de España (14/7/1973)
Copia del contrato de arrendamiento


Los socios Mauel Gandarillas eta Gaudencio Martinez trbajando en las obras de la cocina

Para empezar había que buscar un local que reuniera las condiciones necesarias para este fin. Enseguida se pensó en el caserío Illumbe, situado enfrente de la iglesia del barrio. Era un lugar idóneo para el fin buscado por estar algo retirado. Por mediación de Florencio Zapirain se pusieron en contacto su hermana Tomasa Zapirain, dueña del caserío, y los futuros arrendatarios (en su nombre Jesús Huarte Domezain), llegando a un acuerdo en las condiciones de alquiler que quedaron reflejadas en un contrato.

Según consta en su cláusula primera, “El precio de este arriendo será de QUINIENTAS PESETAS, mensuales desde el 1 de enero de 1958 hasta el 31 de diciembre de 1962, ambos inclusive sin variación, renunciando la propietaria durantes este tiempo a cuantas disposiciones legales puedan beneficiarle”.

La parte alquilada era al trasera del caserío. En su origen constaba de una planta baja y un segundo piso, desde el que se accedía a una pequeña terraza. Como la planta baja no tenía demasiados metros cuadrados, decidieron ganarle terreno al monte, con la idea de situar la cocina. La actual puerta de entrada daba paso a un pequeño vestíbulo fuera del local. En un hueco a la derecha había en otro tiempo un negocio de peluquería. Una vez que dejó de funcionar el cuarto que ocupaba y con permiso de los dueños pasó a utilizarse como parte de la sociedad. Enfrente, la puerta de entrada. Una vez franqueada, encontrábamos a la derecha unos colgadores y unos estantes en los que estaban los tapetes para jugar a las cartas. A la izquierda, una mesa pequeña, como para seis comensales y unos huecos con los juegos de cartas y los tantos. A continuación, debajo de las escaleras que daban acceso al segundo piso, una fresquera y baldas para las bebidas. Ya de frente a la cocina, dos mesas largas con sus respectivas banquetas, y al fondo la cocina. Esta, que era de carbón se colocó a la izquierda, entre la cafetera y la fregadera. A la derecha se situó el W.C. y la bodega, y una pequeña fresquera utilizada para enfriar las botellas de sidra o vino. En el segundo piso dos mesas con banquetas, una vitrina con diversos trofeos y un armario utilizado para guardar los “papeles” de la sociedad: cuentas, listados de socios, etc. Al fondo la puerta por la que se accedía a la terraza, donde con el tiempo se colocó una barbacoa.

Después de las obras realizadas en 1998, La Sociedad prescindió del segundo piso y su pequeña terraza, cuyo uso resultaba muchas veces incómodo, añadiéndole el cuarto exterior a la planta principal. Además de esta planta, contaba con una gran terraza en la que se colocaron dos asadores y unas mesas. De esa manera el local quedó como una planta cuadrada más acorde con el uso y las necesidades que tenían de los socios.

El anteriormente mencionado Angel Piñeiro cuenta también que fueron los propios socios con su esfuerzo físico y el apoyo moral de todos ellos los que llevaron a cabo las obras necesarias para acondicionar el local social, sin recurrir a mano de obra ajena. Según Juan Garaizar, socio fundador que participó de ellas, las obras fueron dirigidas y supervisadas por Teodoro Alberro en las cuestiones de albañilería y por Serapio Cincunegui en las de carpintería. Así mismo, menciona y califica a Pastor Fontán y a Pacucho Zapirain como “obreros cualificados”.

Juan Garaizar

Los gastos que supusieron las obras, mas los de mobiliario, instalaciones, etc fueron sufragados con la aportación por parte de cada uno de los socios de 25 pesetas semanales.demás de los puramente físicos, hubo que salvar otros obstáculos en el camino, entre ellos los trámites burocráticos habituales de la época. Tras cumplir con estos, y gracias a las gestiones de determinadas personas entre las que se encontraba D. Jesús Huarte Domezain (alma mater y primer Presidente), se logró por fin constituir La Sociedad Ur-Gaiñ. Fue inaugurada oficialmente el 20 de Enero de 1958 y bendecida por el Sacerdote D. Serafín Esnaola. Como no podía ser de otra manera, los socios celebraron la inauguración con un banquete. Según Juan Garaizar, “fue el día de San Sebastián con una buena comida a base de carne y pescado, y con la sidra que traía Herrero, de Hernani.



Reseña en la revista TRINCHERPE
(1958)
Bendición de la Sociedad

El emblema de La Sociedad fue diseñado por D. Luis Ormaza, hermano de Julián, uno de los Socios fundadores. Consistía en un pez raya, en cuya superficie se encuentra la proa de un barco, unas olas de mar y dos palas cortas de frontón. La talla de madera que hoy en día todavía se conserva en el local fue realizada por D. Emilio Caulonga. Ninguno de los dos era socio, pero ambos, diseñador y tallador, pusieron desinteresadamente su arte a disposición de Ur-Gaiñ. Otro tanto ocurrió con la bandera, laboriosamente confeccionada por las manos de Mari Angeles Maiztegi, hermana del también fundador D. José Luis Maiztegi

Escudo original
Bandera de Ur-Gaiñ

¿Y por que Ur-Gaiñ, por qué tal nombre? La respuesta en el fondo es muy sencilla y viene dada por la situación del propio caserío Illumbe. En aquella época el mar se extendía por parte de la zona de La Herrera, y se podía decir que el caserío quedaba casi “por encima del agua”, de ahí el nombre, que según cuentan los socios fundadores fue elegido por unanimidad entre todos.